LA CORONACIÓN

Tenemos un peón en séptima línea, y no hay nada que impida que llegue a la octava.
¡ Vamos a promoverlo! ¡Vamos a cambiarlo por una pieza! ¡Tenemos el triunfo al alcance
de la mano! Pero si no lo ponemos en la octava casilla, que era su meta final, y ponemos directamente allí la pieza que queremos coronar, estamos en un problema, pues hemos hecho una jugada ilegal, ya que ese peón debió llegar a la octava casilla para ser cambiado por una pieza. Y como toda jugada ilegal es penalizada con tiempo(se le adjudican 2 minutos al rival en las dos primeras ilegales, en la tercera ganó la partida).
Primordial: el peón, para coronar, debe ser puesto en la octava casilla, y luego cambiarlo por la pieza que más crean conveniente que necesitan, aún por una que ya tienen. Como todas las jugadas en el ajedrez ,debe ser efectuada con una sola mano. Si la pieza que quieren coronar no está disponible, PARAR EL RELOJ Y LLAMAR AL ÁRBITRO, que les suministrará inmediatamente la pieza solicitada. La pieza elegida para coronar, no podrá ser cambiada una vez que toque la casilla de coronación. Y por último, una situación que a veces se ve: se pone el peón en octava línea, se aprieta el reloj, y se cambia el peón por una pieza: jugada ilegal. Porque si se aprieta el reloj habiendo un peón en octava, no se ha completado la jugada, por lo que debería haberse cambiado el peón por una pieza, y luego apretar el reloj.

Jorge Bermúdez